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Congregatio Pro Doctrina Fidei 1291
1292 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1293
1294 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1295
1296 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1297
1298 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1299
1300 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio pro Episcopis 1301
1302 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1220 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
de ayudar a la salvación y perfección de las de los prójimos » ( Ex 1, 2).
Y si para algún lado se inclinaba la balanza en el corazón de Ignacio era
hacia la ayuda de los prójimos, tanto es así que se enojaba si le decían
que la razón de que alguno se quedara en la Compañía era « para que así
salvara su ánima. Ignacio no quería gente que siendo buena para sí, no
se hallara en ella aptitud para el servicio del prójimo » (Aicardo I punto
10 pág. 41).
El aprovechamiento es en todo. La fórmula de Ignacio expresa una
tensión: "no solamente… sino…"; y este esquema mental de unir tensiones
-la salvación y perfección propia y la salvación y perfección del próji-
mo- desde el ámbito superior de la Gracia, es propio de la Compañía. La
armonización de ésta y de todas las tensiones (contemplación y acción, fe
y justicia, carisma e institución, comunidad y misión…) no se da mediante
formulaciones abstractas sino que se logra a lo largo del tiempo mediante
eso que Fabro llamaba "nuestro modo de proceder".8 Caminando y "pro-
gresando" en el seguimiento del Señor, la Compañía va armonizando las
tensiones que contienen y producen inevitablemente la diversidad de gente
que convoca y las misiones que recibe.
El aprovechamiento no es elitista. En la Fórmula Ignacio procede des-
cribiendo medios para aprovechar más universalmente, que son propiamente
sacerdotales. Pero notemos que las obras de misericordia se dan por des-
contadas, ¡la Fórmula dice: « sin que eso sea óbice » para la misericordia!
Las obras de misericordia -el cuidado de los enfermos en las hospederías,
la limosna mendigada y repartida, la enseñanza a los pequeños, el sufrir
con paciencia las molestias…- eran el medio vital en el que Ignacio y los
primeros compañeros se movían y existían, su pan cotidiano: ¡cuidaban que
todo lo demás no fuera óbice!
El aprovechamiento, por fin, es "lo que más aprovecha". Se trata del
" magis", de ese plus, que lleva a Ignacio a iniciar procesos, a acompañarlos
y a evaluar su real incidencia en la vida de las personas, ya sea en cuestio-
nes de fe, de justicia o de misericordia y caridad. El magis es el fuego, el
fervor en acción, que sacude dormideras. Nuestros santos lo han encarnado
siempre. Decían de San Alberto Hurtado que era "un dardo agudo que se
clava en las carnes dormidas de la Iglesia". Y esto contra esa tentación
8 Cf. MF. 50, 69, 111, 114 etc.