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Acta Francisci Pp. 471
• Todos pueden formar parte desde lo que tienen con lo que pueden.
• Para este pueblo concreto se forman. Con este y por este pueblo concreto se reza.
• Agudicen la mirada para ver los signos de Dios presentes en la realidad
sobre todo en las expresiones de religiosidad popular. Desde ahí podrán com-
prender más el corazón de los hombres y descubrirán los modos sorprenden-
tes desde los que Dios actúa más allá de nuestros conceptos.
Proyecto - Acción Católica en salida - Pasión por Cristo, pasión por nuestro
pueblo
• Se han planteado una Acción Católica en salida, y eso es muy bueno porque los
ubica en su propio eje. La salida significa apertura, generosidad, encuentro con la
realidad más allá de las cuatro paredes de la institución y de las parroquias. Esto
significa renunciar a controlar demasiado las cosas y a programar los resultados.
Esa libertad, que es fruto del Espíritu Santo, es la que los va a hacer crecer.
• El proyecto evangelizador de la Acción Católica tiene que pasar por es-
tos pasos: primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar. Un paso
adelante en la salida, encarnados y haciendo camino juntos. Esto, ya es un
fruto que se celebra. Contagien la alegría de la fe, que se note la alegría de
evangelizar en todas las ocasiones, a tiempo y a destiempo.
• No caigan en la tentación del estructuralismo. Sean audaces, no son más
fieles a la iglesia porque estén esperando a cada paso que les digan lo que
tienen que hacer.
• Animen a sus miembros a disfrutar de la misión cuerpo a cuerpo casual o
a partir de la acción misionera de la comunidad.
• No clericalicen al laicado. Que la aspiración de sus miembros no sea formar
parte del sanedrín de las parroquias que rodean al cura sino la pasión por el reino.
Pero no se olviden de plantear el tema vocacional con seriedad. Escuela de santi-
dad que pasa necesariamente por descubrir la propia vocación, que no es ser un
dirigente o capillero diplomado sino, por sobre todas las cosas: un evangelizador.
• Tienen que ser lugar de encuentro para el resto de los carismas institucio-
nales y de movimientos que hay en la Iglesia sin miedo a perder identidad.
Además, de sus miembros tienen que salir los evangelizadores, catequistas,
misioneros, trabajadores sociales que seguirán haciendo crecer a la Iglesia.