320 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
322 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
324 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
326 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
328 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
330 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
332 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
334 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
336 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
338 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
340 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
342 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
344 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
346 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
348 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
350 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
352 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
354 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
356 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
358 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
360 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
362 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
364 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
366 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
368 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
370 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
372 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 373
374 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 375
376 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 377
378 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 379
380 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 381
382 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 383
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Congregatio de Causis Sanctorum 385
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Congregatio de Causis Sanctorum 387
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NUNTII
I
Ad praesidem Internationalis Consilii adversum poenam capitalem, Excellen- tissimum Dominum Fridericum Mayor.
Excelentísimo Señor Federico Mayor Presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte
Señor Presidente:
Con estas letras, deseo hacer llegar mi saludo a todos los miembros de
la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, al grupo de países
que la apoyan, y a quienes colaboran con el organismo que Ud. preside.
Quiero además expresar mi agradecimiento personal, y también el de los
hombres de buena voluntad, por su compromiso con un mundo libre de
la pena de muerte y por su contribución para el establecimiento de una
moratoria universal de las ejecuciones en todo el mundo, con miras a la
abolición de la pena capital.
He compartido algunas ideas sobre este tema en mi carta a la Asocia-
ción Internacional de Derecho Penal y a la Asociación Latinoamericana de
Derecho Penal y Criminología, del 30 de mayo de 2014. He tenido la opor-
tunidad de profundizar sobre ellas en mi alocución ante las cinco grandes
asociaciones mundiales dedicadas al estudio del derecho penal, la crimino-
logía, la victimología y las cuestiones penitenciarias, del 23 de octubre de
2014. En esta oportunidad, quiero compartir con ustedes algunas reflexiones
con las que la Iglesia contribuya al esfuerzo humanista de la Comisión.
El Magisterio de la Iglesia, a partir de la Sagrada Escritura y de la ex-
periencia milenaria del Pueblo de Dios, defiende la vida desde la concepción
hasta la muerte natural, y sostiene la plena dignidad humana en cuanto
imagen de Dios (cf. Gen 1, 26). La vida humana es sagrada porque desde
su inicio, desde el primer instante de la concepción, es fruto de la acción
creadora de Dios (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2258), y desde ese
momento, el hombre, única criatura a la que Dios ha amado por sí mismo,
es objeto de un amor personal por parte de Dios (cf. Gaudium et spes, 24).