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1032 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1034 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1036 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
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1040 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1042 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1044 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1046 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1048 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1050 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1052 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1054 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1056 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1058 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1060 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1062 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1064 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1066 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1068 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1070 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1072 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
1074 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1075
1076 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1077
1078 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1079
1080 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio pro Ecclesiis Orientalibus 1081
1082 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1083
1084 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1085
1086 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 1087
1088 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio pro Episcopis 1089
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Estados Unidos de América. Aquí fueron proclamadas por primera vez las
libertades que definen este País. La Declaración de Independencia proclamó
que todos los hombres y mujeres fueron creados iguales; que están dotados
por su Creador de ciertos derechos inalienables, y que los gobiernos existen
para proteger y defender esos derechos. Esas palabras siguen resonando
e inspirándonos hoy, como lo han hecho con personas de todo el mundo,
para luchar por la libertad de vivir de acuerdo con su dignidad.
La historia también muestra que estas y otras verdades deben ser cons-
tantemente reafirmadas, nuevamente asimiladas y defendidas. La historia
de esta Nación es también la historia de un esfuerzo constante, que dura
hasta nuestros días, para encarnar esos elevados principios en la vida social
y política. Recordemos las grandes luchas que llevaron a la abolición de la
esclavitud, la extensión del derecho de voto, el crecimiento del movimiento
obrero y el esfuerzo gradual para eliminar todo tipo de racismo y de pre-
juicios contra la llegada posterior de nuevos americanos. Esto demuestra
que, cuando un país está determinado a permanecer fiel a sus principios, a
esos principios fundacionales, basados en el respeto a la dignidad humana,
se fortalece y se renueva. Cuando un país guarda la memoria de sus raíces,
sigue creciendo, se renueva y sigue asumiendo en su seno nuevos pueblos
y nueva gente que viene a él.
Nos ayuda mucho recordar nuestro pasado. Un pueblo que tiene memo-
ria no repite los errores del pasado; en cambio, afronta con confianza los
retos del presente y del futuro. La memoria salva el alma de un pueblo de
aquello o de aquellos que quieren dominarlo o quieren utilizarlo para sus
propios intereses. Cuando los individuos y las comunidades ven garanti-
zado el ejercicio efectivo de sus derechos, no sólo son libres para realizar
sus propias capacidades, sino que también, con estas capacidades, con su
trabajo, contribuyen al bienestar y al enriquecimiento de toda la sociedad.
En este lugar, que es un símbolo del modelo de los Estados Unidos, me
gustaría reflexionar con ustedes sobre el derecho a la libertad religiosa.
Es un derecho fundamental que da forma a nuestro modo de interactuar
social y personalmente con nuestros vecinos, que tienen creencias religiosas
distintas a la nuestra. El ideal del diálogo interreligioso, donde todos los
hombres y mujeres de diferentes tradiciones religiosas pueden dialogar sin
pelearse. Eso lo da la libertad religiosa.