344 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
346 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
348 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
350 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
352 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
354 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
356 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
358 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
360 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
362 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
364 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
366 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
368 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
370 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
372 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
374 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
376 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
378 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
380 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
382 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
384 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
386 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
388 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
390 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
392 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
394 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
396 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 397
398 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 399
400 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 401
402 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 403
404 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 405
406 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 407
408 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 409
410 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 411
412 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
414 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Congregatiopro Gentium Evangelizatione 415
416 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
418 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale
Acta Francisci Pp. 385
NUNTII
I
Pro Sociali Colloquio in Venetiola fovendo.
Al Excelentísimo Presidente Nicolás Maduro Moros,
a los Honorables miembros del Gobierno
de la República Bolivariana de Venezuela,
a los Honorables Representantes de la Mesa de Unidad Democrática
y a los Honorables Cancilleres del UNASUR
Deseo ante todo darles las gracias por la invitación que han dirigido a
la Santa Sede para participar en el proceso de diálogo y paz por su querido
País. A cada uno de ustedes deseo asegurarles, ante todo, mis oraciones,
para que el encuentro y el proceso que están iniciando produzcan los frutos
deseados de reconciliación nacional y de paz, dones que invocamos de Dios
para todo el pueblo venezolano.
Soy consciente de la inquietud y del dolor vividos por tantas personas
y, mientras manifiesto preocupación por cuánto está ocurriendo, renuevo
mi afecto por todos los venezolanos, en particular por las víctimas de la
violencia y por sus familias. Estoy plenamente convencido de que la violencia
nunca podrá traer paz y bienestar a un País, ya que ella genera siempre y
sólo violencia. Al contrario, por medio del diálogo ustedes pueden redescu-
brir la base común y compartida que conduce a superar el momento actual
de conflicto y polarización que hiere tan profundamente Venezuela, para
encontrar formas de colaboración. En el respeto y en el reconocimiento de
las diferencias que existen entre las Partes, se favorecerá el bien común.
Todos ustedes, en efecto, comparten el amor por su País y por su pueblo,
como también las graves preocupaciones ligadas a la crisis económica, a la
violencia y a la criminalidad. Todos ustedes llevan en el corazón el futuro
de sus hijos y el deseo de paz que caracteriza a los venezolanos. Todos
tienen en común la fe en Dios y la voluntad de defender la dignidad de la
persona humana.
Precisamente esto les aúna y les apremia a emprender el diálogo que
hoy inicia, en cuya base debe estar una auténtica cultura del encuentro, que