ACTA APOSTOLICAE SEDIS

 344 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 345

 346 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 347

 348 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 349

 350 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 351

 352 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 353

 354 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 355

 356 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 357

 358 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 359

 360 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 361

 362 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 363

 364 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 365

 366 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 367

 368 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 369

 370 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 371

 372 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 373

 374 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 375

 376 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 377

 378 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 379

 380 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 381

 382 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 383

 384 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 385

 386 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 387

 388 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 389

 390 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 391

 392 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 393

 394 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Francisci Pp. 395

 396 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 397

 398 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 399

 400 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 401

 402 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 403

 404 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 405

 406 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 407

 408 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 409

 410 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio de Causis Sanctorum 411

 412 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatio pro Episcopis 413

 414 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Congregatiopro Gentium Evangelizatione 415

 416 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Benedicti XVI Pp. 417

 418 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Acta Benedicti XVI Pp. 419

 420 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

 Diarium Romanae Curiae 421

 422 Acta Apostolicæ Sedis - Commentarium Officiale

Acta Francisci Pp. 377

idóneo para su desarrollo y su madurez afectiva. Seguir madurando en re- lación, en confrontación, con lo que es la masculinidad y la feminidad de un padre y una madre, y así armando su madurez afectiva.

Esto comporta al mismo tiempo apoyar el derecho de los padres a la educación moral y religiosa de sus hijos. Y en este punto quisiera manifestar mi rechazo a todo tipo de experimentación educativa con los chicos. Con los niños y jóvenes no se puede experimentar. No son cobayas de labora- torio. Los horrores de la manipulación educativa que hemos vivido en las grandes dictaduras genocidas del siglo XX no han desparecido; conservan su actualidad bajo ropajes diversos y propuestas que, con pretensión de modernidad, fuerzan a caminar a niños y jóvenes por el camino dictato- rial del « pensamiento único ». Me decía hace poco más de una semana un gran educador: « A veces uno no sabe si con estos proyectos - se refería a proyectos concretos de educación - manda el chico a la escuela o a un campo de reeducación ».

Trabajar por los derechos humanos presupone mantener siempre viva la formación antropológica, estar bien preparados en la realidad de la per- sona humana, y saber responder a los problemas y desafíos que plantean las culturas contemporáneas y la mentalidad difundida por los medios de comunicación social. Obviamente no se trata de acurrucarnos en cobertizos de protección que hoy día son incapaces de dar vida, que dependen de culturas que ya están pasadas. ¡No, eso no! ¡Eso está mal! Sino enfrentar- se con los valores positivos de la persona humana a los nuevos desafíos que nos traen las culturas nuevas. Para ustedes, se trata de ofrecer a sus dirigentes y funcionarios una formación permanente sobre la antropología del niño, porque es ahí donde los derechos y las obligaciones tienen su fundamento. De ella depende el planteamiento de los proyectos educati- vos. Que obviamente tienen que ir progresando, tienen que ir madurando, tienen que acomodarse a los signos de los tiempos, respetando siempre la identidad humana y la libertad de conciencia.

Gracias de nuevo. Les deseo un buen trabajo. Me viene a la mente el logotipo que la comisión de protección de la niñez y la adolescencia tenía en Buenos Aires, que Norberto conoce muy bien. El logotipo de la Sagrada Familia arriba de un burrito escapando a Egipto, defendiendo ese niño. A veces para defender hay que escapar. A veces hay que quedarse y proteger. A veces hay que pelear. Pero siempre hay que tener ternura.

Gracias por lo que hacen!