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928 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
Congregatio de Causis Sanctorum 929
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Congregatio de Causis Sanctorum 931
932 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
934 Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale
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III
Ad Iuvenes Cubanos Habanae congregatos.3*
Queridos jóvenes reunidos en La Habana,
Con mucha esperanza me uno a ustedes en este momento en que se
ponen en sintonía con la Iglesia universal que tendrá su corazón joven en
Cracovia. Confío en que estos días serán, para todos, una especial ocasión
para el fomento de la cultura del encuentro, la cultura del respeto, la cul-
tura de la compresión y del perdón recíproco. Eso es « armar lío »; eso es
soñar. Y los jóvenes tienen que « armar lío ».
Les sugiero que vivan la experiencia de escuchar con detenimiento el
Evangelio y luego poder hacerlo vivo en sus propias vidas de ustedes, en
las de su familia, sus amigos. Ustedes saben, el Evangelio transforma el
corazón: déjense transformar por sus palabras que « son espíritu y vida »;
esas palabras que son concretas, concretas como la vida, porque ya a la
edad de ustedes se habrán dado cuenta que la vida es concreta, no son
sueños, la vida es concreta, o la tomás como viene, concreta, o fracasás.
Cuando recen el Vía Crucis recuerden que no podemos amar a Dios si
no amamos a los hermanos, y esto simplemente porque la Cruz es la certeza
del amor fiel de Dios por nosotros. Es decir, la Cruz es un amor concreto
para una vida concreta, un amor tan grande que hasta es capaz de entrar
en nuestro pecado, en nuestra miseria, perdonar el pecado, curar la mise-
ria. La Cruz es un amor que entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza
para sobrellevarlo; y entra también en la muerte para vencerla y salvarnos.
Cuando atraviesen la Puerta Santa, déjense contagiar por este amor -si
me escucha un médico me va a retar- enférmense, enférmense de amor, así
aprenderán a mirar siempre a los demás con misericordia, con cercanía, con
ternura, sobre todo a quien sufre y a quienes tienen necesidad de ayuda.
Estarán ante Jesús Sacramentado: acompáñenlo, porque en él, y solo en
él, van a encontrar la fuerza para seguir el proyecto de felicidad más hermoso
y constructivo de nuestras vidas; porque, ¿saben?, el amor es constructivo,
el amor no destruye ni al enemigo, el amor siempre construye. Y, cuando
sean enviados por los obispos como Testigos de la Misericordia, recuerden
* Die 29 Iulii 2016.