Baixa Grande do Ribeiro, Bertolı́nia, Canavieira, Colônia do Gurguéia, Elizeu
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale588
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale590
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale592
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale594
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale596
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale598
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale600
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale602
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale604
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale606
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale608
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale610
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale612
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale614
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale616
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale618
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale620
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale622
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale624
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale626
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale628
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale630
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale632
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale634
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale636
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale638
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale640
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale642
modo que se despierte en cada bautizado el misionero que lleva dentro de sı́ y
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale646
Congregatio pro Gentium Evangelizatione 647
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale648
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale650
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale652
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale654
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale656
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale658
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale660
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale662
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale664
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale666
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale668
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale670
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale672
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale674
Acta Apostolicae Sedis - Commentarium Officiale676
Acta Benedicti Pp. XVI 643
la obediencia al Magisterio de la Iglesia, en la digna celebración de los Sa-
cramentos y en el testimonio de la caridad fraterna la fuerza necesaria para
identificarse con los sentimientos de Cristo y ası́ ser discı́pulos suyos con
coherencia y generosidad, proclamando con el propio ejemplo que Cristo es
el Hijo de Dios, el Redentor del hombre y la roca firme donde cimentar
nuestra existencia. Beban el agua vivificante que mana del costado del Sal-
vador y sacien de su frescura cristalina a todos los que están sedientos de
justicia, paz y verdad; a los que están sumidos en la cerrazón del pecado, en el
ofuscamiento del relativismo, en la dureza del corazón o en la oscuridad de la
violencia. Sientan el consuelo de Cristo y ofrezcan el bálsamo de su amor a los
atribulados, a los que andan apesadumbrados por el dolor o han quedado
heridos por la frialdad del indiferentismo o el flagelo de la corrupción. Estos
retos exigen superar el individualismo y el aislamiento y reclaman robustecer
el sentido de pertenencia eclesial y la colaboración leal con los Pastores, con el
fin de formar comunidades cristianas orantes, concordes, fraternas y misio-
neras.
El servicio más importante que podemos brindar a nuestros hermanos es
el anuncio claro y humilde de Jesucristo, que vino a este mundo para que
tengamos vida y la tengamos en abundancia.5 De nosotros, por tanto, que sin
mérito alguno de nuestra parte somos discı́pulos suyos, se espera « un testi-
monio muy creı́ble de santidad y compromiso. Deseando y procurando esta
santidad no vivimos menos, sino mejor, porque cuando Dios pide más es
porque está ofreciendo mucho más ».6
Ante las dificultades de un ambiente a veces hostil, de la escasez de
resultados inmediatos y espectaculares o frente a la insuficiencia de medios
humanos, los invito a no dejarse vencer por el miedo, abatir por el desánimo o
arrastrar por la inercia. Recuerden las palabras de Jesús, el Buen Pastor:
«Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido
al mundo ».7
En esta circunstancia, he querido ofrecer a cada uno de los Presidentes de
las Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe un trı́ptico en el
que aparece Cristo glorioso que, con sus brazos abiertos, acoge a todos. Él nos
precede en el camino de la vida y nos ayudará a aspirar a la santidad, de
5 Cfr Jn 10, 10. 6 Documento Conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del
Caribe, n. 352. 7 Jn 16, 33.