ACTA BENEDICTI PP. XVI

 pensiero, che estendo volentieri a quanti sono collegati mediante la radio e la

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 11 luglio 2007 Al sig. Remeji Francis Kocheekaranveettil (Alleppey) » » » Al sig. Rosario Pennisi (Acireale) » » » Al sig. P.V. John Puthenpurakal (Al

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en la importancia que el derecho a la alimentación tiene para la feliz conse-

cución de otros derechos, empezando ante todo por el derecho fundamental a

la vida.

Debemos constatar que los esfuerzos realizados hasta ahora no parecen

haber disminuido significativamente el número de hambrientos en el mundo,

a pesar de que todos reconocen que la alimentación es un derecho primario.

Esto es debido quizás a que se tiende a actuar motivados, sólo o principal-

mente, por consideraciones técnicas y económicas, olvidando la prioridad de

la dimensión ética del « dar de comer a los hambrientos ». Esta prioridad atañe

al sentimiento de compasión y solidaridad propio del ser humano, que lleva a

compartir unos con otros no sólo los bienes materiales, sino el amor del que

todos tenemos necesidad. Efectivamente, damos demasiado poco si sólo ofre-

cemos cosas materiales.

2. Los datos disponibles muestran que el incumplimiento del derecho a la

alimentación se debe no sólo a causas de tipo natural sino, sobre todo, a

situaciones provocadas por el comportamiento de los hombres y que desem-

bocan en un deterioro general de tipo social, económico y humano. Cada vez

son más numerosas las personas que, a causa de la pobreza o de conflictos

sangrientos, se ven obligadas a dejar sus casas y sus seres queridos para

buscar sustento fuera de su tierra. No obstante los compromisos internacio-

nales, muchas de ellas son rechazadas.

Es necesario, por tanto, que madure entre los miembros de la Comunidad

de las Naciones una conciencia solidaria que considere la alimentación como

un derecho universal de todos los seres humanos, sin distinciones ni discrimi-

naciones.

3. El objetivo de erradicar el hambre y, al mismo tiempo, contar con una

alimentación sana y suficiente, requiere también métodos y acciones especı́-

ficas que permitan una explotación de los recursos que respete el patrimonio

de la creación. Trabajar en esta dirección es una prioridad que conlleva no

sólo beneficiarse de los resultados de la ciencia, de la investigación y de las

tecnologı́as, sino tener también en cuenta los ciclos y el ritmo de la naturaleza

conocidos por la gente de zonas rurales, ası́ como proteger los usos tradicio-

nales de las comunidades indı́genas, dejando a un lado razones egoı́stas y

exclusivamente económicas.

El derecho a la alimentación, por lo que implica, tiene una repercusión

inmediata tanto en su dimensión individual como comunitaria, que afecta a