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III
Ad Dominum Ioannem Carolum Varela Rodríguez, Praesidem Rei Publicae Panamensis, occasione VII Congressus Americarum.
Como anfitrión de la VII Cumbre de las Américas, deseo hacerle llegar
mi saludo cordial y, a través de Usted, a todos los Jefes de Estado y de
Gobierno, así como a las delegaciones participantes. Al mismo tiempo, me
gustaría manifestarles mi cercanía y aliento para que el diálogo sincero
logre esa mutua colaboración que suma esfuerzos y supera diferencias en
el camino hacia el bien común. Pido a Dios que, compartiendo valores
comunes, lleguen a compromisos de colaboración en el ámbito nacional o
regional que afronten con realismo los problemas y trasmitan esperanza.
Me siento en sintonía con el tema elegido para esta Cumbre: « Prospe-
ridad con equidad: el desafío de la cooperación en las Américas ». Estoy
convencido - y así lo expresé en la Exhortación apostólica Evangelii gau-
dium - de que la inequidad, la injusta distribución de las riquezas y de los
recursos, es fuente de conflictos y de violencia entre los pueblos, porque
supone que el progreso de unos se construye sobre el necesario sacrificio de
otros y que, para poder vivir dignamente, hay que luchar contra los demás
(cf. 52, 54). El bienestar así logrado es injusto en su raíz y atenta contra la
dignidad de las personas. Hay « bienes básicos », como la tierra, el trabajo y
la casa, y « servicios públicos », como la salud, la educación, la seguridad, el
medio ambiente…, de los que ningún ser humano debería quedar excluido.
Este deseo - que todos compartimos -, desgraciadamente aún está
lejos de la realidad. Todavía hoy siguen habiendo injustas desigualdades,
que ofenden a la dignidad de las personas. El gran reto de nuestro mundo
es la globalización de la solidaridad y la fraternidad en lugar de la globa-
lización de la discriminación y la indiferencia y, mientras no se logre una
distribución equitativa de la riqueza, no se resolverán los males de nuestra
sociedad (cf. Evangelii gaudium 202).
No podemos negar que muchos países han experimentado un fuerte de-
sarrollo económico en los últimos años, pero no es menos cierto que otros
siguen postrados en la pobreza. Además, en las economías emergentes, gran
parte de la población no se ha beneficiado del progreso económico general,
sino que frecuentemente se ha abierto una brecha mayor entre ricos y po-