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Acta Francisci Pp. 257
cuando se quita lo que estaba escrito y se niega este derecho humano. Es
un problema que afecta a todos y hace que nuestra casa común sufra tanta
miseria y clame por soluciones efectivas, realmente capaces de superar los
egoísmos que impiden la realización de este derecho vital para todos les
seres humanos. Es necesario otorgar al agua la centralidad que merece
en el marco de las políticas públicas. Nuestro derecho al agua es también
un deber con el agua. Del derecho que tenemos a ella se desprende una
obligación que va unida y no puede separarse. Es ineludible anunciar este
derecho humano esencial y defenderlo -como se hace-, pero también actuar
de forma concreta, asegurando un compromiso político y jurídico con el
agua. En este sentido, cada Estado está llamado a concretar, también con
instrumentos jurídicos, cuanto indicado por las Resoluciones aprobadas por
la Asamblea General de las Naciones Unidas desde 2010 sobre el derecho
humano al agua potable y el saneamiento. Por otra parte, cada actor no
estatal tiene que cumplir sus responsabilidades hacia este derecho.
El derecho al agua es determinante para la sobrevivencia de las perso-
nas4 y decide el futuro de la humanidad. Es prioritario también educar a
las próximas generaciones sobre la gravedad de esta realidad. La forma-
ción de la conciencia es una tarea ardua; precisa convicción y entrega. Y
yo me pregunto si en medio de esta "tercera guerra mundial a pedacitos"
que estamos viviendo, no estamos en camino hacia la gran guerra mundial
por el agua.
Las cifras que las Naciones Unidas revelan son desgarradoras y no nos
pueden dejar indiferentes: cada día mil niños mueren a causa de enfer-
medades relacionadas con el agua; millones de personas consumen agua
contaminada. Estos datos son muy graves; se debe frenar e invertir esta
situación. No es tarde, pero es urgente tomar conciencia de la necesidad
del agua y de su valor esencial para el bien de la humanidad.
El respeto del agua es condición para el ejercicio de los demás dere-
chos humanos.5 Si acatamos este derecho como fundamental, estaremos
poniendo las bases para proteger los demás derechos. Pero si nos saltamos
este derecho básico, cómo vamos a ser capaces de velar y luchar por los
demás. En este compromiso de dar al agua el puesto que le corresponde,
4 Cf. ibid, 30. 5 Cf. ibid, 30.