Acta Benedicti Pp. XVI 437

quis indicar a todos o que é essencial na mensagem cristã. A Igreja se sente

discı́pula e missionária desse Amor: missionária somente enquanto discı́pula,

isto é capaz de deixar-se sempre atrair, com renovado enlevo, por Deus que

nos amou e nos ama por primeiro.18 A Igreja não faz proselitismo. Ela cresce

muito mais por « atração »: como Cristo « atrai todos a si » com a força do seu

amor, que culminou no sacrifı́cio da Cruz, assim a Igreja cumpre a sua missão

na medida em que, associada a Cristo, cumpre a sua obra conformando-se em

espı́rito e concretamente com a caridade do seu Senhor.

Queridos hermanos y hermanas. Éste es el rico tesoro del continente

Latinoamericano; éste es su patrimonio más valioso: la fe en Dios Amor,

que reveló su rostro en Jesucristo. Vosotros creéis en el Dios Amor: ésta es

vuestra fuerza que vence al mundo, la alegrı́a que nada ni nadie os podrá

arrebatar, ¡la paz que Cristo conquistó para vosotros con su Cruz! Ésta es la fe

que hizo de Latinoamérica el «Continente de la Esperanza ». No es una ideologı́a

polı́tica, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico; es la

fe en Dios Amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo, el auténtico

fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magnı́ficos desde la

primera evangelización hasta hoy. Ası́ lo atestigua la serie de Santos y Beatos

que el Espı́ritu suscitó a lo largo y ancho de este Continente. El Papa Juan

Pablo II os convocó para una nueva evangelización, y vosotros respondisteis a

su llamado con la generosidad y el compromiso que os caracterizan. Yo os lo

confirmo y, con palabras de esta Quinta Conferencia, os digo: sed discı́pulos

fieles, para ser misioneros valientes y eficaces.

La segunda Lectura nos ha presentado la grandiosa visión de la Jerusalén

celeste. Es una imagen de espléndida belleza, en la que nada es simplemente

decorativo, sino que todo contribuye a la perfecta armonı́a de la Ciudad

santa. Escribe el vidente Juan que ésta « bajaba del cielo, enviada por Dios

trayendo la gloria de Dios ».19 Pero la gloria de Dios es el Amor; por tanto la

Jerusalén celeste es icono de la Iglesia entera, santa y gloriosa, sin mancha ni

arruga,20 iluminada en el centro y en todas partes por la presencia de Dios-

Caridad. Es llamada « novia », « la esposa del Cordero »,21 porque en ella se

18 Cfr 1 Jo 4, 10. 19 Ap 21, 10. 20 Cfr Ef 5, 27. 21 Ap 20, 9.