Acta Francisci Pp. 449

en nuestros corazones por el Espı́ritu Santo,5 y en el testimonio que hemos de

dar de este amor en nuestra vida. Santa Guadalupe Garcı́a Zavala lo sabı́a

bien. Renunciando a una vida cómoda - cuánto daño hace la vida cómoda,

el bienestar; el aburguesamiento del corazón nos paraliza - y renunciando a

una vida cómoda para seguir la llamada de Jesús, enseñaba a amar la po-

breza, para poder amar más a los pobres y a los enfermos. Madre Lupita se

arrodillaba en el suelo del hospital ante los enfermos, ante los abandonados

para servirles con ternura y compasión. Y esto se llama « tocar la carne de

Cristo ». Los pobres, los abandonados, los enfermos, los marginados son la

carne de Cristo. Y Madre Lupita tocaba la carne de Cristo y nos enseñaba esta

conducta: no avergonzarnos, no tener miedo, no tener repugnancia a « tocar la

carne de Cristo ». Madre Lupita habı́a entendido qué significa eso de « tocar la

carne de Cristo ». También hoy sus hijas espirituales buscan reflejar el amor

de Dios en las obras de caridad, sin ahorrar sacrificios y afrontando con

mansedumbre, con constancia apostólica (hypomonē), soportando con valen-

tı́a cualquier obstáculo.

Esta nueva santa mexicana nos invita a amar como Jesús nos ha amado,

y esto conlleva no encerrarse en uno mismo, en los propios problemas, en las

propias ideas, en los propios intereses, en ese pequeño mundito que nos hace

tanto daño, sino salir e ir al encuentro de quien tiene necesidad de atención,

compresión y ayuda, para llevarle la cálida cercanı́a del amor de Dios, a

través de gestos concretos de delicadeza, de afecto sincero y de amor.

Fedeltà a Cristo e al suo Vangelo, per annunciarlo con la parola e con la

vita, testimoniando l'amore di Dio con il nostro amore, con la nostra carità

verso tutti: sono luminosi esempi ed insegnamenti che ci offrono i Santi

proclamati oggi, ma che suscitano anche domande alla nostra vita cristiana:

Come io sono fedele a Cristo? Portiamo con noi questa domanda, per pensarla

durante la giornata: come io sono fedele a Cristo? Sono capace di « far vedere »

la mia fede con rispetto, ma anche con coraggio? Sono attento agli altri, mi

accorgo di chi è nel bisogno, vedo in tutti fratelli e sorelle da amare? Chie-

diamo, per intercessione della Beata Vergine Maria e dei nuovi Santi, che il

Signore riempia la nostra vita con la gioia del suo amore. Cosı̀ sia.

5 Cfr Rm 5, 5.